Como comerciante, intentas conseguir los mejores sitios para tus puestos de mercado. Sólo el comerciante con los productos más frescos conseguirá la mayor cantidad de clientes.

Todo podría ser muy sencillo, pero los demás comerciantes no dejan de colocar mesas de mercadillo en tu camino. La dirección supervisa de forma estricta que la plaza del mercado no esté demasiado abarrotada, así que a menudo perderás sitios ya reservados. Vuelve a ocurrir: tu puesto de pescado está al otro lado de la plaza del mercado, lejos del camión de reparto que trae los productos frescos.

¡Un día en el mercado es un juego de planificación con grandes probabilidades de crear problemas! Tendrás que decidir a menudo si quieres asegurarte la reserva de los mejores sitios pagando mucho dinero o si te arriesgas a esperar que aparezca un hueco barato y bien situado en un momento posterior de la partida.

¡Ganará el jugador que mejor coloque sus cuatro puestos de mercado (o quizás el jugador que convierta en un infierno el día de mercado de los demás comerciantes)!